Despedidos justo cuando hablaban de formar un sindicato
A veces la realidad supera la ficción. Y si hay algo que Rockstar Games sabe hacer bien es crear historias llenas de corrupción, traiciones y jefes sin escrúpulos. Pero esta vez el drama no está en Vice City, sino en sus propias oficinas. La compañía detrás de Grand Theft Auto se enfrenta a acusaciones muy serias: haber despedido a entre 30 y 40 empleados para impedir que se sindicalizaran. Y la verdad, por mucho que me encanten sus juegos, esto no tiene buena pinta.
El despido que huele raro desde kilómetros
El pasado 30 de octubre, Rockstar decidió echar a la calle a decenas de trabajadores de sus oficinas en Reino Unido y Canadá. Hasta aquí, nada demasiado extraño en una industria que lleva años encadenando despidos masivos. Pero hay un detalle que lo cambia todo: todos los afectados formaban parte de un grupo privado de Discord donde discutían sobre sindicalización. Casualidad, ¿verdad? Pues el sindicato Independent Workers’ Union of Great Britain (IWGB) no lo ve así para nada.
Según el IWGB, estos empleados eran miembros del sindicato o estaban en pleno proceso de organizarse para defender sus derechos laborales. Alex Marshall, presidente del sindicato, no se anduvo con rodeos: “Rockstar acaba de llevar a cabo uno de los actos más flagrantes y despiadados de prácticas antisindicales en la historia de la industria de los videojuegos”. Y añadió que es un insulto tanto para los fans como para toda la industria global el desprecio que muestra la compañía hacia las leyes y hacia las vidas de quienes generan miles de millones para ellos.
La situación es especialmente delicada porque entre los despedidos hay personas con visas de trabajo patrocinadas por Rockstar y otras con condiciones médicas que ahora perderán acceso a programas de salud esenciales proporcionados por la empresa. Vamos, que no solo les quitan el trabajo, sino que les dejan en una situación vulnerable en múltiples aspectos.
La versión oficial: “fue por mala conducta grave”
Como era de esperar, Take-Two Interactive (la empresa matriz de Rockstar) salió al palco con su propia versión de los hechos. Alan Lewis, portavoz de la compañía, afirmó que los empleados fueron despedidos “por mala conducta grave, y por ninguna otra razón”. Además, aseguró que apoyan completamente las ambiciones y el enfoque de Rockstar.
El problema es que ni Take-Two ni Rockstar han especificado en qué consistió exactamente esa supuesta “mala conducta grave”. No han dado nombres, no han mostrado pruebas, no han concretado nada. Y cuando una empresa despide a 40 personas de golpe sin dar explicaciones claras, pero todas ellas estaban organizándose sindicalmente, las sospechas están más que justificadas.
“un precedente peligroso para la industria de los videojuegos”
Una empresa con historial de problemas laborales
Y es que esto no es nuevo para Rockstar. La compañía lleva años en el punto de mira por su famosa cultura del crunch, esas jornadas interminables de trabajo forzado para cumplir con los plazos de lanzamiento. En 2018, durante el desarrollo de Red Dead Redemption 2, Dan Houser (uno de los cofundadores) admitió que algunos miembros del equipo habían trabajado semanas de 100 horas. Aunque luego intentó matizar diciendo que solo afectaba a unos pocos escritores senior durante un periodo limitado, los testimonios de empleados contaban otra historia bien distinta.
Trabajadores de Rockstar han descrito un ambiente de “cultura del miedo” donde sentían presión constante para quedarse hasta tarde y trabajar fines de semana, con amenazas veladas de perder sus contratos, ver reducidas sus bonificaciones o directamente ser despedidos si no demostraban suficiente “dedicación”. Algunos reportaron incluso haber dormido bajo sus escritorios para cumplir con los objetivos. Y todo esto mientras la empresa les prohibía tener sus móviles en los puestos de trabajo, obligándoles a guardarlos en taquillas.
En 2024, Rockstar también generó polémica al forzar a sus empleados a volver a la oficina cinco días a la semana, eliminando de golpe las opciones de trabajo remoto. El IWGB ya criticó duramente esa decisión, argumentando que ignoraba el bienestar de los trabajadores y sus responsabilidades familiares. La compañía justificó la medida citando razones de seguridad tras la filtración masiva de contenido de GTA VI en 2022, pero muchos la vieron como otro ejemplo del desprecio hacia las necesidades de su plantilla.
El sindicato no se va a quedar de brazos cruzados
El IWGB ha dejado claro que no piensa dejar pasar esto sin más. La organización considera estos despidos como un acto ilegal de represión sindical y ha anunciado que montará una defensa completa y robusta de sus miembros. Según sus declaraciones, perseguirán todas las reclamaciones legales posibles para conseguir que los trabajadores sean reintegrados y reciban compensación provisional.

¿Y qué pasa con GTA VI?
Todo este escándalo llega en un momento delicado para Rockstar. GTA VI tiene previsto su lanzamiento para el 26 de mayo de 2026, después de haberse retrasado desde la ventana inicial de otoño de 2025. El juego está llamado a ser uno de los lanzamientos más grandes de la historia de los videojuegos, y la presión sobre el estudio es inmensa.
Ahora, con menos gente en plantilla y un conflicto legal y mediático en ciernes, la pregunta es inevitable: ¿afectará esto al desarrollo del juego? Y más importante aún: ¿debería importarnos más que salga a tiempo o que las personas que lo crean tengan condiciones de trabajo dignas?
Mi opinión: esto no me parece justo
Soy fan de los juegos de Rockstar como el que más. GTA V me ha dado cientos de horas de entretenimiento, y estoy deseando probar GTA VI. Pero no puedo dejar de pensar en las personas detrás de esos juegos increíbles. Los que se pasan meses diseñando cada detalle, programando cada misión, creando esos mundos que nos fascinan.
Y francamente, no me parece justo que una empresa que genera miles de millones de dólares trate así a su gente. No me parece justo que despidan a 40 personas de golpe justo cuando estaban intentando organizarse para tener mejores condiciones laborales. No me parece justo que les acusen de “mala conducta” sin dar explicaciones concretas. Y definitivamente no me parece justo que entre los despedidos haya personas que van a perder sus visas de trabajo o el acceso a tratamientos médicos necesarios.
Los sindicatos existen por algo. No son el enemigo, son la forma que tienen los trabajadores de equilibrar la balanza de poder frente a empresas gigantescas. Si Rockstar realmente trata bien a su gente, como dice Take-Two, ¿por qué tiene tanto miedo a que se organicen? ¿Qué tiene que ocultar?
Un precedente peligroso para la industria
Lo que pase con este caso puede marcar un antes y un después en la industria de los videojuegos. En los últimos años hemos visto un aumento significativo de los movimientos de sindicalización en estudios de todo el mundo. Solo en Reino Unido, la afiliación sindical en el sector del gaming ha crecido un 25% desde 2020. Trabajadores de CD Projekt Red, de varios estudios de Activision Blizzard y de muchas otras compañías han dado pasos hacia la organización colectiva, cansados de años de crunch, despidos arbitrarios y condiciones precarias.
¿Y ahora que pasa?
El conflicto está lejos de terminar. El IWGB ha prometido llevar el caso a los tribunales y luchar hasta el final. Take-Two y Rockstar tendrán que demostrar que esa “mala conducta grave” existió realmente y que los despidos no tuvieron nada que ver con las actividades sindicales. No va a ser fácil, especialmente cuando todos los despedidos estaban en el mismo grupo de Discord hablando de sindicatos.
Mientras tanto, GTA VI sigue su camino hacia el lanzamiento de mayo de 2026. Los jugadores esperamos ansiosos poder explorar Vice City de nuevo, vivir las aventuras de Jason y Lucia, y perdernos en otro mundo abierto mastodóntico de Rockstar. Pero quizá esta vez deberíamos preguntarnos también: ¿a qué precio?
Porque al final del día, no importa lo espectacular que sea un videojuego si se ha construido sobre la explotación y el miedo de las personas que lo crearon. Y si Rockstar quiere ganarse de verdad el respeto de sus fans y de la industria, debería empezar por respetar a su propia gente.


