El estudio italiano Santa Ragione, responsable de joyas indies como Saturnalia y Mediterranea Inferno, se enfrenta a uno de los momentos más críticos de sus casi quince años de historia. Su próximo título, Horses, un juego de terror en primera persona con una propuesta artística tan perturbadora como fascinante, ha sido vetado permanentemente de Steam desde 2023, lo que prácticamente sentencia la viabilidad económica del equipo.
El lanzamiento está programado para el 2 de diciembre de 2025 en Epic Games Store, GOG, Itch.io y Humble Store con un precio de apenas 4,99 dólares. Sin embargo, la ausencia en la plataforma de Valve supone quedar fuera del escaparate donde se realizan más del 75% de las ventas de PC, un golpe del que difícilmente podrán recuperarse.
Una granja donde los humanos son el ganado
Horses propone una experiencia de terror psicológico donde el jugador asume el rol de un trabajador de verano en lo que parece ser una granja rural cualquiera. La realidad resulta muchísimo más inquietante: los “caballos” del título son seres humanos desnudos con máscaras equinas, tratados como ganado y sometidos a un sistema de control totalitario.
El juego explora temas como el trauma familiar, los valores puritanos, las dinámicas del poder autoritario y la ética de la responsabilidad personal a través de imágenes grotescas y subversivas. Las secuencias intercaladas de vídeo en acción real con estética de cine mudo añaden una capa adicional de inquietud que ha cautivado a quienes han podido probarlo en festivales.
De hecho, Horses acumula un impresionante historial de reconocimientos: finalista en IndieCade 2019, selección oficial en Day of the Devs tanto en Los Ángeles 2023 como San Francisco 2024, presentación en SXSW Sydney y exhibición en el SFMOMA durante la GDC 2024. Un currículum que contrasta brutalmente con el veto de Steam.
La decisión de Valve
En junio de 2023, pocos días antes del anuncio oficial del juego en el evento Summer of Gaming de IGN, Santa Ragione recibió un mensaje automatizado de Valve que cambiaría todo. El correo citaba contenido que “parece representar conducta sexual involucrando a un menor” como motivo del rechazo.
El estudio quedó desconcertado. Según Pietro Righi Riva, cofundador y director de Santa Ragione, el mensaje fue completamente inesperado: “Nunca consideramos la posibilidad de ser vetados sin oportunidad de apelación o reenvío”.
Lo más frustrante para el equipo italiano fue la absoluta falta de especificidad. Valve jamás indicó qué escena o elemento concreto había provocado la prohibición. Durante meses, Santa Ragione solicitó aclaraciones y ofreció modificar cualquier contenido problemático, pero solo recibió silencio o derivaciones a las directrices generales de la plataforma.
La escena que probablemente desencadenó todo
Sin confirmación oficial, el estudio tiene una teoría sobre qué pudo activar las alarmas de Valve. En la versión incompleta enviada para revisión existía una escena en el día seis del juego donde un padre y su hija pequeña visitan la granja.
En esa secuencia, la niña pedía montar uno de los “caballos” (recordemos: humanos enmascarados y desnudos) y el jugador debía guiar a una mujer adulta desnuda mientras la menor iba sobre sus hombros. Santa Ragione insiste en que la escena no tenía ningún componente sexual, pero reconoce que la yuxtaposición visual podía resultar problemática.
Posteriormente, el estudio modificó esa escena: el personaje de la niña fue reemplazado por una mujer de unos veinte años, una decisión que además mejoraba narrativamente el diálogo sobre las estructuras sociales del mundo de Horses. Pero este cambio llegó tarde para Steam, que mantiene una política de “sin segundas oportunidades” para juegos vetados por este tipo de contenido.
Valve rompe el silencio…
Tras la publicación de las denuncias de Santa Ragione, Valve emitió una declaración a PC Gamer donde confirmó que su equipo de revisión de contenido había discutido “extensamente” en 2023 la posibilidad de reconsiderar su decisión, pero finalmente ratificó el veto.
La compañía explicó que el proceso comenzó cuando el contenido de la página de la tienda generó preocupaciones sobre si el juego caería dentro de sus directrices. Tras jugar la versión completa enviada por el estudio, dieron su retroalimentación sobre por qué no podían distribuirlo.
Lo que Valve no aclaró es exactamente qué contenido específico consideraron inaceptable, manteniendo esa opacidad que Santa Ragione denuncia como parte central del problema.
Un estudio con trayectoria intachable
Santa Ragione no es un estudio cualquiera ni un recién llegado al panorama indie. Fundado en 2010 por Pietro Righi Riva y Nicolò Tedeschi, el equipo milanés ha construido una reputación sólida basada en propuestas artísticas arriesgadas y narrativas maduras.
Su juego de mesa Escape From The Aliens In Outer Space fue nominado al prestigioso Diana Jones Award. MirrorMoon EP llegó a finalista del Innovation Award en el Independent Games Festival. Saturnalia, su survival horror de 2022 ambientado en Cerdeña, recibió mención honorífica en los IGF por el Grand Prize y Excellence in Visual Art.
Más recientemente, Mediterranea Inferno (publicado por Santa Ragione aunque desarrollado por Eyeguys) ganó el Excellence in Narrative Award en los IGF 2024 y el premio al Mejor Juego Italiano en los IVGA. El estudio también ha dedicado parte de sus recursos a publicar y promover a creadores italianos emergentes, siendo Horses precisamente uno de esos proyectos.

Las cuentas no les salen
El impacto económico del veto ha sido devastador. Santa Ragione había invertido inicialmente unos 50.000 dólares en el desarrollo de Horses tras firmar con su creador, Andrea Lucco Borlera. La esperanza era recuperar parte de esa inversión con las ventas de Saturnalia, pero el título no rindió como esperaban.
Para empeorar las cosas, el estudio tenía preparada una oportunidad de bundle para Saturnalia que tuvo que cancelar porque Valve también les denegó claves de Steam para su propio juego, nuevamente sin explicaciones claras. Este problema con las claves refleja una política más amplia de Steam que ha empezado a restringir la distribución de keys a estudios indies que no alcanzan umbrales de ventas no especificados.
Sin acceso a Steam, ningún publisher tradicional quiso arriesgarse con Horses. Como explica Riva: “Nadie en la industria considera viable un juego indie que no pueda publicarse en Steam”. Tras dos años intentando conseguir financiación por vías convencionales mientras luchaban por revertir el veto, el equipo tuvo que recurrir a préstamos personales de amigos cercanos para completar el desarrollo.
La inversión total asciende a aproximadamente 100.000 dólares, la mitad proveniente de esos préstamos de conocidos dispuestos a asumir el riesgo. Una situación que Riva describe como “completamente insostenible” a menos que el juego recupere milagrosamente sus costes sin la principal plataforma de distribución.
El monopolio
El caso de Horses pone sobre la mesa una realidad incómoda de la industria de los videojuegos de PC. Según un estudio reciente de Atomik Research citado por múltiples medios, el 72% de los ejecutivos de la industria considera que Steam funciona efectivamente como un monopolio.
El 88% de los encuestados reconoce que más del 75% de sus ingresos proviene de Steam, y un 37% afirma que la plataforma de Valve representa el 90% de sus ganancias totales. Esta dependencia extrema significa que decisiones unilaterales y opacas de Valve pueden determinar instantáneamente la supervivencia de estudios pequeños.
Aunque existen alternativas como Epic Games Store, GOG o Itch.io, la realidad es que la base de usuarios de Steam y su ecosistema de funciones (listas de deseos, comunidad, sistema de reviews) lo convierten en el escaparate imprescindible para cualquier lanzamiento indie serio.
El juego en otras plataformas
Resulta curioso que ninguna otra plataforma ha puesto objeciones a Horses. Epic Games Store solo pidió censurar capturas de pantalla con desnudos visibles para la página de la tienda, algo que Santa Ragione cumplió sin problema. GOG, Itch.io y Humble Store aceptaron el juego sin mayor problema.
El futuro incierto de Santa Ragione
El estudio ha reservado fondos para seis meses de soporte post-lanzamiento, incluyendo corrección de bugs y mejoras de calidad de vida solicitadas por la comunidad. Después de eso, si Horses no recupera sus costes de desarrollo, Santa Ragione cesará operaciones y probablemente cerrará.
El equipo ha sido consciente de esta posibilidad durante tiempo y se ha preparado en consecuencia. Todos los miembros han encontrado otros empleos, algunos dentro de la industria del videojuego. Riva continúa compaginando la dirección del estudio con trabajo en enseñanza, consultoría y curaduría. Andrea Lucco Borlera, director de Horses, ya está presentando nuevos proyectos en otros lugares.
Una llamada a la transparencia
Más allá de salvar su estudio, Riva espera que este caso sirva para exigir mayor transparencia a Valve sobre sus políticas de contenido para adultos, que han fluctuado a lo largo de los años sin quedar nunca del todo claras.
En su comunicado, Santa Ragione hace un llamamiento a otros desarrolladores: “Sé que los desarrolladores, comprensiblemente, tienen miedo de expresar sus quejas sobre Steam, pero espero que podamos pedir colectivamente mejores condiciones para que nuestro trabajo sea más viable y creativo”.
El estudio reconoce que criticar abiertamente a Valve supone un riesgo. Como confesó Riva: “Este tema me ha quitado el sueño en muchas ocasiones”. El miedo a represalias en una industria donde una sola plataforma controla la distribución de la inmensa mayoría de juegos de PC es comprensible.

El arte incómodo merece un juicio justo
Horses es, sin duda, un juego diseñado para incomodar. No es pornografía ni busca excitar; es arte provocador que utiliza imágenes perturbadoras para obligar al jugador a reflexionar sobre el poder, la sumisión y los sistemas de control. El tipo de propuesta que en cine o literatura se celebra cuando funciona, pero que en videojuegos todavía genera recelo institucional.
Lo verdaderamente problemático aquí no es que Valve tenga criterios estrictos sobre ciertos contenidos. Es legítimo que una plataforma privada establezca límites. Lo inaceptable es la opacidad total del proceso: un veto permanente basado en una versión incompleta, sin señalar qué modificar, sin posibilidad de apelación, y con una justificación tan vaga que resulta irrebatible precisamente por su ambigüedad.
Cuando el 72% de los desarrolladores considera que Steam opera como un monopolio y el 88% reconoce depender de él para la mayor parte de sus ingresos, ese poder concentrado debería venir acompañado de procesos claros y justos. Un estudio con la trayectoria impecable de Santa Ragione merecía, como mínimo, saber exactamente qué estaba mal y la oportunidad de corregirlo.
Horses llegará el 2 de diciembre para quienes quieran enfrentarse a su particular pesadilla rural. Si te interesa el terror experimental y las propuestas que desafían límites, considera darle una oportunidad en las plataformas donde sí estará disponible. Puede que sea la última obra de un estudio que merecía mejor suerte.


