Cuando hablamos de videojuegos, el hype y el marketing suelen ir de la mano. A veces, las campañas virales buscan romper internet, viralizar tráilers y provocar FOMO máximo. Pero en este mundillo no todo lo que brilla es oro: hay campañas que, por querer ir de más, terminan hundiendo títulos que, en papel, prometían ser una bomba. Aquí repasamos varios casos emblemáticos donde el marketing hizo más ruido que el propio juego.
Sobre-hype y promesas rotas: cuando el marketing te vende humo
Uno de los pecados capitales del marketing gamer ha sido prometer lo que no se puede cumplir.
No Man’s Sky es un clásico. El pequeño estudio Hello Games vendió un universo infinito, una revolución en exploración y multiplayer. El lanzamiento fue otra historia: bugs, mundos vacíos y funciones que simplemente no existían al inicio. ¿El resultado? Review bombing, memes y una reputación destrozada, aunque años después lograran redimirse gracias al trabajo duro y la constancia. El daño a nivel imagen, fue brutal.
Anthem, de BioWare y EA, sufrió por el mismo mal. Tras tráilers que daban vértigo y promesas dignas del cina de ciencia ficciono , el juego salió hecho un lío: problemas técnicos, gameplay poco pulido y un mundo online vacío. La comunidad gamer no perdona el engaño a gran escala; el hype se transformó en rabia masiva a los pocos días del estreno.
Fallout 76 apostó por la nostalgia, el nombre y la promesa de una experiencia online sin igual. El marketing centrado en tráilers espectaculares, acceso anticipado y promesas de contenido resultaron contraproducentes cuando, tras poner el disco, los jugadores encontraron un juego lleno de bugs, mundos desérticos y poca interacción con NPCs. La distancia entre expectativa y realidad fue tan grande que terminó dañando no solo el juego, sino la confianza en Bethesda.
Ideas virales que terminaron fatal… o en escándalo
No solo se fracasa por promesas rotas; hay campañas virales que intentaron ser “cool” o rompedores, y acabaron en la polémica.
La app de Facebook de Hitman: Absolution permitía a los usuarios crear “contratos” para simular asesinatos virtuales de amigos. Suena gracioso en la junta de creativos, pero usar insultos y datos personales para “motivar” el asesinato ficticio en redes sociales fue un desastre: backlash instantáneo y la app retirada en menos de 24 horas.
Watch Dogs causó un susto real: para conseguir cobertura viral se enviaron misteriosos paquetes a medios, incluyendo una caja fuerte y un mensaje críptico. Cuando la prensa australiana recibió un paquete así (en una época nada adecuada), pensaron que era una amenaza de bomba. La policía llegó, evacuaron el edificio y Ubisoft tuvo que pedir disculpas públicamente. El tiro les salió por la culata.
God of War II y su fiesta de lanzamiento en Grecia son ya leyenda negra: ambientaron una “fiesta griega” con sacrificio simulado de cabra, sangre falsa e imágenes gráficas. El escándalo mediático fue inmediato, y Sony tuvo que salir a pedir perdón mientras la prensa mundial se hacía eco del desastre.
El mal timing, la falta de sensibilidad y los “stunts” de dudoso gusto
No faltan los ejemplos de campañas que simplemente no conectaron o, peor aún, ofendieron a la audiencia:
- La promoción de “Your Mom Hates Dead Space 2”: el marketing giró en torno a mostrar a madres reaccionando escandalizadas por la violencia del juego. Lejos de ser viral y gracioso, la campaña fue tachada de anticuada y forzada, alienando a parte del público.
- Speeding Ticket de Acclaim: ofrecían pagar las multas de velocidad de quienes se pasaran para celebrar el lanzamiento de “Burnout 2”. Obviamente, terminó siendo cancelada tras las críticas de asociaciones de seguridad vial.
- Ubisoft y la bomba falsa de Watch Dogs: más allá del paquete mencionado, la compañía ha repetido esto en otras ocasiones, como cuando pusieron actores armados en la calle para promocionar títulos de acción, generando pánico y llamadas a emergencias.
Cuando el marketing viral ahoga su propio hype
Muchos otros casos parten de una mala lectura del momento o del público:
- Redfall (2023): Arkane Studios prometió un cooperativo de vampiros a 60fps, pero poco antes del lanzamiento pusieron una pegatina en la caja (“no disponible en el lanzamiento”) y el juego salió con mala optimización y mala conexión online. El golpe a la reputación sigue resonando en redes y la comunidad es casi inexistente.
- Mighty No. 9: otro caso kickstarter que generó una marea de expectativa para acabar en desilusión, mala comunicación y un tráiler que fue objeto de burlas. Ni siquiera los fans más hardcore quedaron satisfechos
- The Day Before: plagio en tráilers, retrasos infinitos… el resultado fue un título señalado como scam desde el principio
En fin que….
Las campañas espectaculares sin alma o que subestiman la inteligencia de la comunidad tienen los días contados. Mejor apostar por el boca a boca, la transparencia y, sobre todo, por juegos que puedan defenderse solos cuando terminan en las manos del jugador.


