Los fans de la saga de Geralt y Ciri acaban de recibir la noticia más esperada de la historia de CD Projekt RED. La compañía polaca no solo confirma que The Witcher 4 está en plena producción con casi 450 desarrolladores, sino que mantiene firme su promesa de lanzar dos secuelas más en un tiempo récord para la industria: seis años en total para completar toda la trilogía.
La confirmación que nadie esperaba que se cumpliera
Durante la presentación de resultados financieros del tercer trimestre de 2025, Michal Nowakowski, co-CEO del estudio, dejó claro a inversores y fans que el plan no ha cambiado. “Nuestro objetivo sigue siendo ofrecer tres juegos en un periodo de seis años”, afirmó de manera tajante. Una declaración que suena a locura si consideramos que entre The Witcher 2 (2011) y The Witcher 3 (2015) pasaron cuatro años, y que han transcurrido ya más de diez desde que Geralt colgó la espada en Blood and Wine.
Ese cronómetro de seis años no empieza a contar hasta el lanzamiento de The Witcher 4, que ya sabemos no llegará en 2026. La ventana más realista apunta a finales de 2027 o incluso 2028, lo que extendería el plan total hasta 2033-2034. Aun así, la compañía insiste en que los tiempos entre entregas serán “mucho más cortos” de lo que la industria considera estándar para un RPG de esta envergadura.
¿Por qué ahora creen que pueden hacerlo?
El secreto no está en trabajar más horas, sino en una revolución tecnológica que CD Projekt ha estado gestando durante los últimos cuatro años: el salto de su motor propio REDengine a Unreal Engine 5.
“El cambio de motor gráfico nos favorecerá a largo plazo”, explicó el equipo en varias ocasiones. Y no es solo marketing. La colaboración con Epic Games va más allá de una simple licencia: CD Projekt trabaja mano a mano con los ingenieros de Epic para adaptar UE5 específicamente para mundos abiertos masivos. Esta alianza estratégica les permite no solo resolver problemas técnicos más rápido, sino también reclutar talento sin la curva de aprendizaje que suponía su motor interno.
La demo técnica presentada en el Unreal Fest de junio 2025 fue la prueba de fuego. Mostraron a Ciri explorando la región nevada de Kovir (inédita en los videojuegos) con 60 fotogramas por segundo estables en una PlayStation 5 base, con trazado de rayos activado. La escena incluía hasta 300 NPCs animados individualmente en un mercado bullicioso, vegetación generada con Nanite y un sistema de carga de mundos abiertos que promete eliminar los tiempos de carga.
Una maquinaria de desarrollo sin precedentes
Actualmente, 447 profesionales están dedicados exclusivamente a este título, una cifra que representa más de la mitad de la plantilla total de la compañía. Este equipo, apodado internamente como “Proyecto Polaris”, ha crecido de forma constante desde la primavera, cuando contaba con “solo” 420 desarrolladores.
El estudio también ha reforzado su talento con fichajes clave. Karel Kolmann, ex-Warhorse Studios (Kingdom Come: Deliverance), se unió recientemente como Senior Quest Designer, trayendo experiencia en RPGs de mundo abierto con narrativa compleja. Esta movilización de recursos humanos demuestra que CD Projekt no está tomando decisiones a la ligera: están construyendo la infraestructura necesaria para sostener una producción en cadena.

Ciri toma el centro del escenario
Otro cambio fundamental es la protagonista. Geralt de Rivia pasará el testigo a Ciri, quien ya demostró su potencial en The Witcher 3. La decisión no fue improvisada: el propio director del juego, Sebastian Kalemba, reveló que hace nueve años, durante las discusiones iniciales sobre el futuro de la saga, la respuesta instantánea fue “Ciri”. “No fue al azar”, enfatizó. “Se merece un escenario y queremos que los jugadores conozcan su historia, porque tiene mucho que narrar y demostrar”.
La demo técnica ya anticipa su estilo de combate más ágil y mágico, diferenciándose del estilo pesado y calculador de Geralt. Los fans de los libros sabrán que esto abre puertas a narrativas mucho más cercanas a la saga literaria original.
El reto: cumplir una promesa que parece imposible
Para entender la magnitud de la ambición de CD Projekt, basta comparar con otras trilogías. Final Fantasy VII Remake tardará más de seis años entre su primera y supuesta tercera parte, y eso que son remakes de una historia ya existente. Bethesda tardó ocho años entre Skyrim (2011) y Starfield (2023). Rockstar, incluso con todos sus recursos, necesitó cinco años entre GTA V y Red Dead Redemption 2, y todavía no vemos GTA VI.
La industria ha creado una expectativa: los juegos AAA de mundo abierto necesitan 5-7 años de desarrollo. CD Projekt quiere romper esta regla no con uno, sino con tres títulos consecutivos. Su argumento es que UE5 les permite reutilizar sistemas, mecánicas y assets de forma más eficiente, reduciendo la preproducción de TW5 y TW6 a mínimos históricos.
Las sombras del pasado
Nadie en CD Projekt ha olvidado el lanzamiento de Cyberpunk 2077. Ese episodio marcó un antes y un después en su filosofía de comunicación y desarrollo. Ahora prefieren el silencio a las promesas vacías. De ahí que no mostrarán nada nuevo en The Game Awards 2025, a pesar de estar nominados como juego más anticipado. “Preferimos la precaución a la prisa mediática”, resume la postura actual del estudio.
Este aprendizaje también se traduce en un desarrollo más metódico. Nowakowski ha repetido que el proyecto avanza “según lo planeado”, pero se niega a dar fechas concretas. La única certeza: no será en 2026. Todo lo demás depende de que la fase de producción masiva actual se cumpla sin sobresaltos técnicos.

Una apuesta de alto riesgo que podría redefinir la industria
Después de analizar todos los datos, la tecnología y la estrategia, mi conclusión es que CD Projekt está haciendo exactamente lo que debe hacer para sobrevivir en el futuro del gaming AAA.
El cambio a Unreal Engine 5 no es solo una decisión técnica; es una decisión de supervivencia empresarial. Mantener REDengine les hubiera condenado a una guerra de talentos constante, con desarrolladores especializados en una tecnología propietaria que no sirve en ningún otro sitio. Con UE5, abren las puertas a un pool de talento global, forman a gente más rápido y pueden escalar equipos sin el cuello de botella tecnológico.
La promesa de seis años es ambiciosa, sí, pero no imposible. La clave no está en desarrollar tres juegos de cero, sino en construir una plataforma técnica y narrativa que evolucione. TW5 y TW6 no serán juegos separados, sino expansiones masivas de la base que TW4 establecerá. Piensa en lo que Assassin’s Creed hizo con su modelo de live service, pero aplicado a una trilogía narrativa cerrada y consciente.
El riesgo real no es técnico, són de gestión creativa. ¿Podrán mantener la calidad narrativa y la innovación en tres entregas consecutivas sin quemar al equipo? Los 447 desarrolladores son muchos, pero también son humanos. La presión de entregar un juego AAA cada tres años puede acabar con la cultura de calidad que hizo grande a CD Projekt.
Personalmente, creo que lograrán la primera entrega a tiempo, pero la verdadera prueba será The Witcher 5. Si ese juego llega en 2030 con la misma calidad que TW4, entonces habrán reescrito las reglas del desarrollo de RPGs. Si no, serán solo otro estudio que prometió demasiado.
Una cosa es segura: estamos ante el proyecto más importante de la compañía y, posiblemente, el experimento de producción más interesante de la década. El gaming de mundo abierto no volverá a ser lo mismo si CD Projekt cumple. Y si no, al menos habrán intentado algo que nadie más se atreve a probar.


