El estudio Double Fine, liderado por el legendario Tim Schafer y bajo la dirección creativa de Lee Petty, acaba de lanzar Keeper, una aventura de plataformas y puzles que asombra por su originalidad y apartado artístico. El juego está disponible desde ayer 17 de octubre de 2025 para PC (Steam) y Xbox Series X|S, además de formar parte del catálogo de Xbox Game Pass desde el dia uno.
Una premisa tan extraña como fascinante
La propuesta de Keeper es inusual incluso para los estándares de Double Fine: encarnas a un faro olvidado que cobra vida en una isla desolada, mucho después de que la humanidad haya desaparecido. Al despertar, el faro desarrolla unas largas y delgadas patas de araña y emprende un viaje hacia una misteriosa montaña en el horizonte, acompañado por Ramita, un peculiar ave marina de cuatro patas que se convierte en su inseparable compañera.
La historia es sin diálogos, ni textos explicativos, ni tutoriales. Todo se transmite a través de las animaciones, la música y la interacción con el entorno, logrando una narrativa visual que algunos comparan con clásicos como Journey, pero con una identidad mucho más surrealista.
Jugabilidad en constante evolución
Hay que dejar claro que Keeper no es un walking simulator. Aunque comienza con mecánicas básicas —caminar torpemente y proyectar luz— el juego evoluciona constantemente durante sus 5 a 6 horas de duración. A lo largo de 39 capítulos divididos en cuatro actos, el título introduce nuevas habilidades que cambian radicalmente la forma de jugar, asi que no se os hará aburrido.
El faro cuenta con dos modos de iluminación: uno desenfocado para explorar y detectar reacciones en el entorno, y otro enfocado para destruir obstáculos, activar mecanismos y hacer florecer la vegetación. Por su parte, Ramita complementa las habilidades del faro: puede tirar de palancas, recoger objetos y acceder a lugares inaccesibles para el protagonista.
Los puzles están integrados en cada escenario, animando al jugador a experimentar con la luz y la cooperación entre ambos personajes. Aunque nunca resultan excesivamente difíciles, sí exigen observación y creatividad. Además, el juego cuenta con secciones de plataformas y mecánicas temporales que aparecen y desaparecen según las necesidades narrativas de cada zona.
Un apartado artístico deslumbrante
Si hay algo en lo que Keeper destaca de forma unánime, es en su dirección artística. El juego presenta una estética surrealista inspirada a lo Tim Burton y artistas como Salvador Dalí y Max Ernst. Los escenarios mezclan cuidadosamente ruinas de la civilización humana con flora y fauna alienígena, creando paisajes oníricos que van desde bosques de flores de algodón de azúcar hasta templos sumergidos y montañas de aspecto mágico.
El uso de cámaras controladas convierte cada escena en un cuadro digno de ser fotografiado. Además, el juego aplica un sutil efecto de pintura al óleo que refuerza su atmósfera artística. La animación del faro y Ramita transmite personalidad sin necesidad de palabras, logrando momentos tanto cómicos como emotivos.
La variedad de biomas también impresiona: desde paisajes naturales vibrantes hasta zonas oscuras y deprimentes, el juego sabe cómo utilizar el contraste visual para marcar el ritmo emocional de la aventura.
Accesibilidad y plataformas
Keeper está disponible en Steam y la Microsoft Store para PC, además de Xbox Series X|S. Gracias a Xbox Play Anywhere, quienes compren el juego pueden jugarlo tanto en consola como en PC sin coste adicional. También es compatible con Xbox Cloud Gaming.
El juego requiere un procesador Intel Core i7-7700K o AMD Ryzen 5 1600, 16 GB de RAM y una tarjeta gráfica NVIDIA GTX 1070 o AMD RX 5700 como mínimo, con 25 GB de espacio en disco.
El juego llega en Español, aunque como hemos dicho al no tener dialogos tampoco seria un requisito indispensable.
Nuestra opinión personal
Keeper es una de esas experiencias que te reconcilian con la creatividad en los videojuegos. En una industria saturada de secuelas y fórmulas repetidas, Double Fine se atreve a proponer algo verdaderamente diferente: un faro con patas que camina por un mundo en ruinas. Y lo mejor es que funciona.
El juego no busca ser un desafío extremo ni un blockbuster de acción. En su lugar, ofrece una experiencia contemplativa y sorprendente, donde cada nuevo escenario te hace preguntarte “¿qué vendrá ahora?”. La ausencia de diálogos podría parecer una limitación, pero es precisamente esa decisión la que convierte a Keeper en algo especial: te obliga a observar, interpretar y sentir.
Sí, es cierto que algunos jugadores pueden encontrar la experiencia demasiado relajada. Pero si buscas una obra de arte, emotiva y refrescantemente original, Keeper es una de las mejores sorpresas de 2025. Hazle un favor a tu lista de pendientes y dale una oportunidad a esta pequeña joya.


