Hay días que juegas y parece que estás viendo una película de Hollywood. Y luego está ese momento mágico en el que arranca una tormenta en tu juego favorito y piensas: “Espera… ¿esto se ve mejor que la lluvia de mi propia ventana?” Pues sí, amigos, el clima dinámico en los videojuegos ha evolucionado tanto que algunos títulos te hacen sentir cada gota de lluvia, cada ráfaga de viento y hasta el frío que te calas hasta los huesos.
Aquí os resumimos algunos que , a nuestro parecer, son de lo mejorcito que hay en 2025.
Red Dead Redemption 2: Cuando Rockstar decidió que la lluvia tenía que mojar de verdad
Empecemos por el rey indiscutible del clima realista: Red Dead Redemption 2. Este juego de Rockstar no se conformó con poner cuatro gotas en la pantalla. Aquí el sistema meteorológico es tan elaborado que hasta puedes ver cómo se forman arcoíris después de una tormenta según la posición del sol.
¿Lo mejor? El clima afecta de verdad a la experiencia jugable. Si Arthur Morgan no lleva ropa adecuada para el frío extremo, su resistencia se reduce considerablemente. La lluvia hace que los NPC busquen refugio inmediatamente, el barro puede hacer que te resbales en peleas cuerpo a cuerpo, y si llueve demasiado, los ríos pueden incluso desbordarse. Vamos, que es como vivir en Galicia pero en el Salvaje Oeste.
Además, el juego tiene un nivel de detalle demencial: puedes ver todas las constelaciones reales en las noches despejadas, incluyendo la Osa Mayor, Casiopea y el cinturón de Orión. Y si te pilla la lluvia, mejor busca refugio rápido porque Arthur se va a empapar pero bien.
Ghost of Tsushima: Cuando tu estilo de juego cambia el clima (literalmente)
Aquí viene algo que me voló la cabeza cuando lo descubrí: en Ghost of Tsushima, el clima no solo es dinámico, sino que se adapta a cómo juegas. Si decides ser un samurái honorable y enfrentas a tus enemigos cara a cara, disfrutarás de suaves brisas y días soleados. Pero si te pasas al lado oscuro del sigilo y empiezas a apuñalar mongoles por la espalda como un fantasma, el juego te castiga (o premia, según se mire) con tormentas cada vez más frecuentes.
El director creativo Nate Fox lo confirmó: “El juego está programado para que haya más tormentas mientras más cosas de la senda del Fantasma vayas haciendo”. Es la forma que tiene el juego de recordarte que estás rompiendo el código samurái. Aunque puedes cambiar el clima con la flauta, solo durará hasta tu siguiente combate en las sombras.
Y lo mejor es que las tormentas no son solo decorativas: reducen la visibilidad de los enemigos y el ruido de la lluvia tapa tus pasos, haciendo el sigilo mucho más efectivo. Un sistema climático que también es una mecánica de gameplay. Chef’s kiss.
Death Stranding 2: El poder de las partículas (y que tu PS5 no explote)
Death Stranding 2 ha llevado los efectos climáticos a algo nunca visto antes. Hablamos de simulación de fluidos y partículas hiperrealistas, clima dinámico que interactúa con absolutamente todo, y paisajes que cambian según las condiciones meteorológicas.
En el primer Death Stranding, la lluvia (llamada “el declive”) no era solo agua cayendo del cielo: literalmente dañaba tu equipo de arriba hacia abajo. La nieve era incluso peor. Para la secuela, Kojima Productions ha mejorado el sistema hasta el punto de que… bueno, algunos jugadores reportan que sus PS5 se sobrecalientan al abrir el mapa. Ironías de la tecnología.
Microsoft Flight Simulator 2024: Volando en tiempo real
Si quieres realismo meteorológico de verdad, nada supera a Microsoft Flight Simulator 2024. Este simulador utiliza datos meteorológicos globales en tiempo real para replicar las condiciones exactas en cualquier parte del mundo.
¿Qué significa esto? Pues que si hay una tormenta sobre Londres ahora mismo en la vida real, la encontrarás en el juego. Si Los Ángeles tiene cielos despejados, tu simulador también. El juego integra información sobre niebla, velocidad del viento, humedad y lluvia que cambia literalmente según las condiciones del mundo real.
Eso sí, algunos pilotos se quejan de que a veces Europa entera tiene vientos cruzados de 20-25 nudos que hacen casi imposible aterrizar. Pero oye, si es el clima real, ¿de qué te quejas?
Horizon Zero Dawn: Ciclo día-noche y tormentas que quitan el aliento
Horizon Zero Dawn de Guerrilla Games no solo tiene máquinas que dan miedo, sino también un sistema meteorológico dinámico que complementa perfectamente su mundo post-apocalíptico. El juego cuenta con ciclo diurno y nocturno, además de un sistema de clima que incluye tormentas de lluvia y nieve espectaculares.
La versión Remastered ha mejorado aún más los efectos del agua, las partículas y la iluminación, todo bajo un sistema de cambio climático dinámico. Los efectos de las tormentas son tan buenos que te quedas parado admirando cómo la lluvia cae sobre la vegetación densa y cómo los relámpagos iluminan el horizonte.
Forza Horizon 5: Persiguiendo tormentas sobre ruedas
Los de Playground Games se pusieron serios con el clima en Forza Horizon 5. El juego introduce tormentas de polvo y tormentas tropicales como efectos estacionales que no solo ocurren a tu alrededor, sino que puedes verlos desde la distancia y acercarte a ellos.
Don Arceta, director artístico del estudio, comentó: “La persecución de tormentas era una gran cosa en nuestros planes cuando comenzamos el proyecto”. Y vaya que lo lograron. La lluvia en Forza es tan realista que afecta directamente al agarre del coche, con efectos de agua que salpican, limpiaparabrisas que se activan automáticamente según la intensidad, y charcos que pueden hacerte perder el control.
The Witcher 3: Viento, tormentas y mods para más
The Witcher 3 ya tenía un sistema climático decente en su lanzamiento original, pero la actualización next-gen mejoró aspectos como la densidad de nubes y los efectos atmosféricos. El juego es famoso por ese viento constante que mece la vegetación y da un ambiente especial al mundo.
De hecho, algunos jugadores echaron de menos el viento más fuerte de la versión original tras el parche next-gen. Pero no te preocupes: la comunidad de modders ha creado opciones como “Realistic Weather” que añade tormentas más intensas, más nieve en Skellige y niebla en zonas pantanosas. Aquí os dejamos el video.
Assassin’s Creed Shadows: Estaciones que cambian el juego
Assassin’s Creed Shadows introduce un sistema de estaciones dinámico que afecta directamente al gameplay. En primavera y verano hay más arbustos y hierba alta para esconderse, mientras que en otoño e invierno la vegetación desaparece, dejándote más expuesto.
Cuando llueve, el sonido cubre tus pasos y las clases sociales altas se resguardan bajo techo, perfecto para Naoe en sus misiones de sigilo. En invierno, el agua se congela (no puedes esconderte bajo ella), la nieve ralentiza a Naoe pero no a Yasuke, y se forman carámbanos en los tejados que pueden caer y hacer ruido. Un sistema vivo que te obliga a adaptar tus tácticas constantemente.
Days Gone: Clima hostil para un mundo hostil
Days Gone de Bend Studio tiene uno de los sistemas climáticos más completos en cuanto a impacto en el gameplay. Durante el día, los freakers (zombies) están más aletargados pero ven mejor. De noche se vuelven más fuertes y agresivos, pero también ven peor.
La lluvia hace que los freakers vean peor y el sonido tapa tus pasos, pero también salen más de sus guaridas y se vuelven más violentos. La nieve los hace más fuertes pero aparecen menos. Y como extra realista: el suelo mojado y el barro afectan al control de tu moto, pudiendo hacerte caer.
Por qué importa el clima dinámico
Al final del día, un buen sistema de clima dinámico no solo hace que el juego se vea bonito (que también). Cambia cómo juegas, te obliga a adaptarte, y crea esos momentos memorables que guardas para siempre: esa tormenta épica mientras galopabas por las llanuras en RDR2, ese duelo bajo la lluvia en Ghost of Tsushima, o esa carrera en Forza donde la tormenta tropical apareció en la última vuelta.
Los desarrolladores han entendido que el clima no puede ser solo un filtro visual. Tiene que mojar, tiene que soplar, tiene que congelar. Tiene que importar. Y cuando lo hace bien, la inmersión llega a niveles que hace diez años parecían imposibles.
Así que la próxima vez que te encuentres bajo una tormenta virtual, tómate un momento para apreciar todo el trabajo de programación, física y diseño que hay detrás de cada gota de lluvia. O simplemente disfruta de que puedes experimentar un huracán desde la comodidad de tu sofá sin mojarte ni un pelo.
Porque sí, amigos: el futuro de los videojuegos va a ser brillante. Y a veces también mojado, nevado y ventoso.


